Arcasa, la empresa que gestiona la Cafetería del Hospital de l'Esperit Sant, incluirá más opciones verdes en el menú diario tanto para profesionales como para usuarios. Se trata de recetas tradicionales con ingredientes vegetales, de proximidad y temporada, que irán identificados con un distintivo.
Una de las novedades es el Buddha bowl, una opción completa de comida principal, equilibrada, variada y saludable, consistente en una base de verduras, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, y un aporte de grasa saludable. Se ofrecerán dos opciones diarias de Buddha Bowl, uno con proteína vegetal, 100% vegano, y otro con proteína animal. En ambos casos, será plato único.
Acreditación AMED, una apuesta del Hospital por la dieta mediterránea
La cafetería y el comedor laboral del Esperit Sant han renovado este julio una vez más la acreditación AMED por su oferta de menús mediterráneos para los usuarios y trabajadores. Este reconocimiento, que concede la Agencia de Salud Pública de Cataluña, valora, entre otros ítems, la utilización de aceite de oliva para cocinar y aliñar, la abundancia de verduras, hortalizas y legumbres, o la inclusión de fruta fresca a los postres. La acreditación es una muestra más de su compromiso con las personas, la salud y la vida sana.
El centro recibió su primera acreditación AMED en enero de 2013 y desde entonces, la ha renovado cada 3 años. La cafetería para los usuarios tiene una capacidad para 55 personas y el comedor laboral, para 70. En total, se sirven unos 47.500 menús anuales, que incluyen 4 primeros platos, 3 segundos, pan y postre (siempre con fruta y lácteos).
Los pacientes hospitalizados comen a la carta
Dentro de la línea estratégica de la FHES destinada a mejorar el confort del usuario, el Hospital puso en marcha en octubre de 2018 un nuevo sistema de restauración que permite ofrecer comida a la carta a los usuarios de Hospitalización, que pueden elegir entre una gran variedad de platos, en función de la dieta que necesitan. La carta contiene más de 20 opciones de entrantes, segundos platos y postres para el almuerzo y la cena, además de los desayunos, adecuados al máximo número de dietas posible, como la basal (normal) y de fácil masticación, la diabética, la triturada, el astringente, la dieta sin grasas o de fácil digestión.
Los platos y las dietas están diseñados por nutricionistas y los alimentos se cocinan en el mismo Hospital. Gracias a la implantación de la línea fría, los alimentos se pueden cocinar con antelación y conservar en perfecto estado durante horas por medio de una bajada repentina de su temperatura. Este trabajo previo posibilita tener preparados más platos sin utilizar ni conservantes ni aditivos, lo que permite que la oferta gastronómica del Hospital pueda ser amplia para personalizar al máximo las dietas de los pacientes.