Con el objetivo de reducir la estancia hospitalaria de las mujeres y los bebés después de un parto, la Fundación Hospital de l'Esperit Sant (FHES) ha establecido el Programa de atención domiciliaria neonatal y puerperal, que permite a las mujeres irse a casa a las 24 horas del nacimiento siempre que no haya ninguna complicación. Esta medida, que se inició durante la pandemia del COVID-19, aporta múltiples beneficios tanto a la madre como al bebé, que sólo pasan una noche en el centro y reciben en casa la visita de la comadrona.
El rápido retorno de la madre y el bebé en su entorno habitual favorece su descanso y recuperación y refuerza el vínculo de los padres y madres con el bebé. También facilita el inicio de las nuevas rutinas y de la lactancia materna, además de reducir el riesgo de contraer infecciones intrahospitalarias.
El alta precoz posparto en la FHES tiene lugar gracias a la coordinación de su Servicio de Ginecología y Obstetricia; el Servicio de Pediatría del Hospital Germans Trias, con quien la FHES mantiene una alianza para ofrecer cobertura integral en el Servicio de Neonatología; y las matronas del ASSIR de Santa Coloma, que son las encargadas del seguimiento de la madre y el bebé, primero en casa y luego al CAP.
De lunes a domingo, las matronas del ASSIR realizan la visita a domicilio, en la que se lleva a cabo el cribado de metabolopatías endocrinas al bebé (pinchazo en el talón) y se acompaña a la madre para fomentar el vínculo con el recién nacido y potenciar la lactancia materna. Estas visitas se hacen 48 horas después del parto. Además, 72 horas después, las matronas hacen una visita telefónica para asesorar a la madre y, en función de sus necesidades y de las del bebé, se decide si la próxima visita se hace en el domicilio o en la consulta.
La participación en el programa de alta precoz es voluntaria y sólo se pueden acoger las mujeres con parto vaginal sin complicaciones y con bebés sin hallazgos durante la exploración pediátrica.